martes, 2 de junio de 2009

CUIDANDO A QUIENES CUIDAN


La Diputación de Granada edita la “Guía para cuidadores y cuidadoras en el entorno familiar” dirigida a las personas encargadas de cuidar a personas con dependencia o que pueden hacerlo en un futuro cercano.

Muchas personas dedican gran parte de su tiempo a cuidar de una persona que no puede valerse por sí misma. Estos cuidadores/as, dedicados/as a su labor 24 horas durante 365 días al año, saben que esta tarea puede resultar difícil, ingrata y muy pocas veces reconocida. Con el objetivo de proporcionarles de forma sencilla y práctica, consejos útiles, orientación y apoyo así como algunas recomendaciones para que en su tarea de cuidar y atender las necesidades de la persona a la que cuidan no se olviden de las suyas propias, la Diputación de Granada ha editado la “Guía para Cuidadores y Cuidadoras en el entorno familiar” Tal y como ha explicado la Vicepresidenta Primera y diputada de Bienestar Social, Juana Mª Rodríguez “consideramos que tan importante es todo el proceso de saber cuidar como el proceso de saber auto-cuidarse. En nuestra provincia es muy relevante la ayuda que prestan los familiares para atender las necesidades de las personas mayores y las personas con discapacidad, más de mil personas llevan a cabo este tipo de cuidados de forma no profesional en el domicilio familiar” La guía, que está estructurada en tres bloques: Comenzando a cuidar, Aprendiendo a cuidarme, Aprendiendo a cuidar y el Proceso de duelo, para afrontar la pérdida del ser querido, se distribuirá en todos los núcleos de población de la provincia, fundamentalmente en los municipios menores de 20.000 habitantes a través de la Red de profesionales de servicios sociales comunitarios que informaran y asesoraran respecto a la misma. Igualmente se distribuirá a todas las personas que trabajan en su domicilio cuidando a una persona con dependencia o con discapacidad. En este grupo de cuidadores se encuentran aquellas personas que no son profesionales especializados. Suele tratarse de personas contratadas para realizar tal fin, o del entrono próximo de la persona que se encuentra en situación de dependencia, generalmente un miembro de la familia.
El perfil de estas personas cuidadoras son en su inmensa mayoría son mujeres (83% del total) con una edad media de 52 años (el 20% supera los 65 años), casadas (77%), sin actividad laboral remunerada y con un bajo nivel de estudios. De entre las mujeres cuidadoras, un 43% son hijas, un 22% son esposas y un 7,5% son nueras de la persona cuidada. Una gran parte de las personas cuidadoras comparten el domicilio con la persona cuidada (60%) y en la mayoría de los casos no existe ocupación laboral remunerada del cuidador (80%).La mayoría de los cuidadores/as prestan ayuda diaria a su familiar mayor y gran parte de las personas cuidadoras no reciben ayuda de otras personas (60%). En cuanto a su situación laboral, el 26 % no puede plantearse un trabajo y el 11,5% ha abandonado su trabajo a causa de los cuidados.En cuanto a su estado anímico, el 32,1% manifiesta estar deprimidas, el 29% salud deteriorada por esta causa, el 64,1% haber sufrido una sensible reducción del tiempo de ocio y el 48% haber dejado de ir de vacaciones.

Para Rodríguez Masa “uno de los aspectos contrastados entre las personas cuidadoras es el hecho de que una situación prolongada de cuidados influye de manera negativa en su salud física y mental y en sus relaciones sociales y de ocio debido a la carga de cuidados que desarrollan. Las actuaciones más recomendadas son ofrecer información, formación y orientación individual sobre cómo cuidar mejor y también como autocuidarse adecuadamente”

Las principales líneas de actuación en la provincia, en este sentido, pasan por el apoyo económico (a través de la Ley de Dependencia) así como el apoyo instrumental a través de la formación, los grupos de autoayuda junto a la edición de guías como la que hoy se ha presentado que se complementa con la “Guía de cuidadores guía de ayudas técnicas” (tecnologías de apoyo) y con las nuevas tecnologías como la teleasistencia domiciliaria, los complementos de seguridad, complementos de compañía y complementos de funcionalidad. Igualmente es importante ofrecer servicios de respiro y de soporte como centros de día, estancias temporales en residencias o ayuda a domicilio, ya que son elementos que colaboran para disminuir el estrés de la persona cuidadora.
02/06/2009

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